Educación, Inclusión, Deporte, Ocio, Solidaridad

GUIADO DE CIEGOS EN MONTAÑA DURANTE EL ESTADO DE ALARMA
 Y LA TRANSICIÓN HACIA LA “NUEVA NORMALIDAD”

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN: REALIDADES Y PROPUESTAS
Jesús Peinado Encinas

El objetivo principal de este artículo es presentar las características que debe cumplir una barra para ser considerada una "Barra Direccional" para el guiado de ciegos en montaña.


SOBRE LA BARRA DIRECCIONAL
JESÚS PEINADO ENCINAS

La barra direccional es la herramienta fundamental en el guiado de ciegos en montaña. Puede ser muy simple o muy elaborada pero debe cumplir su función de guiado y seguridad. 

En Eidós consideramos que las tres características básicas de una barra direccional eficaz para el guiado de ciegos en montaña deben ser: rigidez, resistencia suficiente y longitud adecuada. 

1. Rigidez: como indicador de dirección y principalmente como herramienta en la que apoyarse en un momento dado, la barra debe ser lo más rígida posible. Una barra que se comba no aporta confianza ni seguridad en el guiado, independientemente del terreno en que se utilice. 

2. Resistencia: la barra debe tener una resistencia suficiente para que dos de los miembros del equipo puedan sostener al tercero que tropieza. Una barra que se dobla o se parte a las primeras de cambio no sólo no cumple su función, es una barra peligrosa. Hablamos de intentar evitar accidentes que pueden tener consecuencias muy graves. 

El punto más débil suele ser el centro. En barras formadas por más de un elemento (desmontables, plegables, telescópicas, etc.) hay que comprobar exhaustivamente la solidez de las uniones. 

3. Longitud: la barra debe ser lo bastante larga para permitir mantener una distancia cómoda y segura entre los tres integrantes del equipo. Pero no tan larga que comprometa la rigidez, la resistencia y la capacidad de maniobra. 

Según nuestra experiencia, una buena medida para una barra direccional para uso principalmente de personas adultas con mochila de montaña es entre 2,80 y 2,90 m.